14 ene 2016

LA AUTOGERENCIA COMO PRINCIPIO BÁSICO


Por Jean Carlos Marcano.
    Gerenciar es uno de los oficios más complejos que existe, pues ni siquiera se trata, hoy en día, de que dicha labor esté enmarcada solo en el ámbito organizacional, sino que forma parte esencial de nuestras vidas.

    Dado que en la literatura de gerencia se hallan referencias que describen, palabras más, palabras menos, el mismo axioma: “la gerencia planifica, organiza, direcciona y evalúa”, lo interesante se halla en aplicar esas “macro funciones” al propio quehacer personal. Por ello, el primer y principal principio que debe respetar toda persona que desarrolle funciones gerenciales es gerenciarse a sí mismo, pues de esa manera se podrá dirigir exitosamente a los demás.

    En tal sentido, el principio de la autogerencia resulta tan pertinente como el del liderazgo: “Para liderizar a otros, liderízate a ti primero”.  Existe una estadística muy reveladora que apuntala a la ausencia de este principio básico en muchas organizaciones. Los índices de deserción laboral, rotación o renuncia están asociados en más de un 60%, no a la organización per se, sino a quienes las dirigen.  Por ello, la gente suele renunciar a sus jefes, no a sus empleos.

    La triste realidad es que al menos 9 de cada 10 personas ha tenido un gerente/jefe que ha desempeñado funciones gerenciales con una serie de debilidades o falta de competencias que, al analizar las situaciones en las que se manifiestan, parecen un chiste de mal gusto. A cuántos no nos ha pasado por la mente expresiones (pensamientos) como los siguientes:

“En serio, éste me está pidiendo que trabaje cada vez más rápido y se demora 2 horas diseñando un formato en Excel” que necesito para poder completar lo que me corresponde… “

…¿Estás jugando conmigo? Me pides mi opinión, te formulo unas críticas muy válidas, y después las desestimas porque ya tomaste la decisión… y luego me culpas porque las cosas no salieron bien”…

…”Noooo, este es el mejor, cuando obtenemos buenos resultados producto del trabajo en equipo, entonces se echa flores… pero cuando no se cumplen las metas del mes, entonces somos unos holgazanes ineficientes…

”… Se la pasa exigiendo puntualidad y él es el primero que llega tarde todos los días…”

“…Exige que todos utilicemos el uniforme que nos facilita la empresa y él es el primero en presentarse vestido como le da la gana… ni que fuera el dueño…”

“… ¡Qué caradura!, yo me fajo 2 días montándole una presentación con el balance de la gestión que le pidió la Presidencia, todo sale bien, lo felicitan, y es incapaz de darme parte del crédito…”

    Si eres un gerente, seguro tienes ante ti una serie de retos que trascienden el plano administrativo u operativo de la empresa en la que trabajas. Es cierto, manejas un sin fin de variables que contribuyen o cercenan los resultados. Pero de algo estoy absolutamente seguro, tus logros no solo van a depender del entorno, el volumen de las ventas, tu jefe o las políticas económicas del gobierno, sino que estarán supeditados, inexorablemente, a que asumas con responsabilidad los cinco (5) desafíos que menciono a continuación:

1. Ser un verdadero profesional, sabiendo que no se trata exclusivamente de que posees un título universitario. Tampoco responde a los numerosos años de experiencia en el área de formación inmediata. Ser un profesional, hoy en día, significa formarse continuamente en el oficio, tanto de manera autodidacta como a través de foros, cursos, talleres, conferencias, congresos, posgrados, etc.

2. Planificarte siempre, considerando que hasta lo que improvisas producto de las crisis que sueles manejar, amerita un cierto tipo de planificación, siempre que sea flexible.

3. Saber que tus resultados no son tuyos, porque al menos un miembro de tu equipo de trabajo participará en ellos y merecen algún tipo de reconocimiento, aunque sea solo verbal.(Elogio o felicitación)

4. Reflexionar sobre la importancia de dar el ejemplo en todo, pues distinto a esto estarás enviando el mensaje equivocado: “soy diferente o mejor” que ustedes, por eso mi atuendo es diferente, por eso llego a la oficina a la hora que quiero”

5. Ser sumamente ético en el proceder. Saber que los procesos de toma de decisiones son muy complejos y que no tiene sentido solicitar opiniones cuando las resoluciones están en marcha. Menos aún, atribuirle responsabilidad en los resultados a aquellos que no participaron en dicho procesos.
Espero que estas breves, pero humildes recomendaciones te aproximen a una gestión gerencial mucho más exitosa.

Atte, Jean Carlos Marcano.

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